El estandarte que porta la murga Los Soñadores de
Quilmes tiene en su imagen aquello que los representa: un chico y una chica que
bailan, tocan el bombo y cantan. El dibujo –que pintaron entre todos y todas-
está rodeado por un “atrapasueños” del que cuelgan tres plumas. Según la
creencia popular, son usados en las casas como hechizo para proteger a los
niños, y por las plumas se deslizan los sueños y las visiones positivas.
Pero, en este caso, el hechizo del “atrapasueños” de
Los Soñadores de Quilmes proviene de lo que provoca la murga en el Barrio
Santísima Trinidad, cuando chicos y chicas se juntan a ensayar en los
alrededores de la Parroquia
“La Anunciación
del Señor”. Dicha Parroquia acompaña la Mesa Participativa
de La Ribera-Villa
Luján e integra el Consejo Local de Promoción y Protección de
los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
Por Laura Rosso .- especial para
Cambio21.- martes 10 de febrero de
2015.-
Hernán Rollano es el creador
de esta murga nacida el 21 de febrero de 2012. Hoy, después de tres años de
coordinar las actividades junto a Tony, Nancy y Adriana, Hernán valora y
defiende con gran orgullo ese espacio de encuentro que crearon juntos. Por eso,
cada vez que la murga se lanza a la calle con sus instrumentos -en Villa Luján, o cuando son invitados a
otros barrios- la energía que flota en el aire aumenta, se expande y se
desparrama entre quienes están dispuestos al baile y al disfrute. Eso dicen
Jazmín y Marlene quienes, con trece años, forman parte de la murga desde sus
comienzos. Allí, no solo aprenden y renuevan los pasos, sino que transmiten sus
saberes a los nuevos integrantes que se acercan a mover brazos, piernas y torso
al compás de bombos, platillos y redoblantes.
Hace tres años en la Parroquia
Todo empezó hace tres años
después de presentar en la
Parroquia una obra de teatro con percusión. Las ganas y los
sueños de ver nacer la murga del barrio fue tan fuerte que aquel día que quedó
grabado en sus corazones. La murga Los Soñadores de Quilmes debutó el 21 de
febrero del 2012.
Ese día estuvo marcado por la emoción de bailar, junto con
otras murgas, en el corso oficial de Avenida La Plata, en Quilmes Oeste.
Fue un momento muy esperado
por todos sus integrantes. Para el debut prepararon el estandarte, lo pintaron
con acrílicos, le pegaron lentejuelas y la mamá de Jazmín se ofreció para coser
los pantalones con los colores elegidos: celeste y blanco. En aquella
oportunidad fueron treinta y cinco los que se formaron parte del desfile; hoy
suman cuarenta y cinco integrantes.
Las clases de apoyo, la
juegoteca y el club de arte fueron proyectos que antecedieron a la murga, que
llegó para quedarse. “Tuvimos la suerte de tener muchos instrumentos de
entrada, que fueron comprados para la obra de teatro”, cuenta Hernán. “En esa
oportunidad, pudimos comprar cinco zurdos, cuatro repiques y un redoblante.
Veíamos murgas desde afuera y de a poco fuimos aprendiendo. Jazmín empezó
bailando y sigue bailando y Marlene empezó tocando el zurdo y ahora baila”,
recuerda Hernán. Además de realizar actividades para el Carnaval, en el barrio
piensan encuentros con otras murgas y actividades recreativas durante todo el
año.
La murga logró que el barrio
tenga un lugar donde encontrarse, donde estar juntos. Las chicas hacen sus
pasos, bailan, enseñan el ritmo a los más pequeños, suenan los tambores y se
mezclan la alegría, la esperanza y los sueños. Organizan corsos barriales,
reciben murgas invitadas, hacen choripanes a la parrilla, venden espuma y así
consiguen juntar fondos para subirse al raid murguero cuando son invitados a
otros barrios.
¿Qué les gusta de la murga? “Cuando salimos estamos
ansiosos”, dice Marlene.
“Queremos salir, es re
divertido, a mí me gusta mucho, me da alegría”. “El día anterior empezamos con
los mensajes: ‘¡Ojala que no llueva!’ Es un día y vuelta. Le damos muchas horas
a la murga pero la murga nos devuelve más alegrías. Todos le metimos mucho el
cuerpo, y aprendimos de las responsabilidades”, resume Hernán.
Las tres plumas del
atrapasueños son para ellos sus tres pilares. Simbolizan la honestidad, la
solidaridad y la libertad. “A eso le sumamos uno más: el nosotros”, dice
Hernán. “Sin nosotros es imposible. Si estoy solo no hay murga. Todos somos
importantes, cada uno desde su rol. Si yo no se bailar, aprendo con ellos. Sin
nosotros ésto no existe. Y queremos continuar. Los soñadores queremos llegar a
tener ocho bombos”, da cuenta Hernán.
Expresarse, moverse, bailar y
cantar. El cuerpo a flor de piel. Conectarse con los compañeros y soltarse. Los
sueños como motor para seguir haciendo cosas. Esa es la apuesta. El
atrapasueños no sólo quedó en el estandarte, está también sellado en sus
corazones.
Carnaval del encuentro 2015.
Del 13 al 17 de febrero en Av. La
Plata y Rodolfo López, Quilmes Oeste. El desfile de Los
soñadores de Quilmes tendrá lugar el 14 de febrero, a partir de las 19 hs.
Implementación de la
Ley 13.298: Promoción y protección integral de los derechos
de los niños, niñas y adolescentes
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