martes, 10 de febrero de 2015

Murga Los Soñadores de Quilmes: Música, baile, sueños y libertad



 El estandarte que porta la murga Los Soñadores de Quilmes tiene en su imagen aquello que los representa: un chico y una chica que bailan, tocan el bombo y cantan. El dibujo –que pintaron entre todos y todas- está rodeado por un “atrapasueños” del que cuelgan tres plumas. Según la creencia popular, son usados en las casas como hechizo para proteger a los niños, y por las plumas se deslizan los sueños y las visiones positivas.

Pero, en este caso, el hechizo del “atrapasueños” de Los Soñadores de Quilmes proviene de lo que provoca la murga en el Barrio Santísima Trinidad, cuando chicos y chicas se juntan a ensayar en los alrededores de la Parroquia “La Anunciación del Señor”. Dicha Parroquia acompaña la Mesa Participativa de La Ribera-Villa Luján e integra el Consejo Local de Promoción y Protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.

Por Laura Rosso .-  especial para  Cambio21.- martes 10 de febrero de 2015.-


Hernán Rollano es el creador de esta murga nacida el 21 de febrero de 2012. Hoy, después de tres años de coordinar las actividades junto a Tony, Nancy y Adriana, Hernán valora y defiende con gran orgullo ese espacio de encuentro que crearon juntos. Por eso, cada vez que la murga se lanza a la calle con sus instrumentos  -en Villa Luján, o cuando son invitados a otros barrios- la energía que flota en el aire aumenta, se expande y se desparrama entre quienes están dispuestos al baile y al disfrute. Eso dicen Jazmín y Marlene quienes, con trece años, forman parte de la murga desde sus comienzos. Allí, no solo aprenden y renuevan los pasos, sino que transmiten sus saberes a los nuevos integrantes que se acercan a mover brazos, piernas y torso al compás de bombos, platillos y redoblantes.

Hace tres años en la Parroquia

Todo empezó hace tres años después de presentar en la Parroquia una obra de teatro con percusión. Las ganas y los sueños de ver nacer la murga del barrio fue tan fuerte que aquel día que quedó grabado en sus corazones. La murga Los Soñadores de Quilmes debutó el 21 de febrero del 2012. 
Ese día estuvo marcado por la emoción de bailar, junto con otras murgas, en el corso oficial de Avenida La Plata, en Quilmes Oeste.

Fue un momento muy esperado por todos sus integrantes. Para el debut prepararon el estandarte, lo pintaron con acrílicos, le pegaron lentejuelas y la mamá de Jazmín se ofreció para coser los pantalones con los colores elegidos: celeste y blanco. En aquella oportunidad fueron treinta y cinco los que se formaron parte del desfile; hoy suman cuarenta y cinco integrantes.

Las clases de apoyo, la juegoteca y el club de arte fueron proyectos que antecedieron a la murga, que llegó para quedarse. “Tuvimos la suerte de tener muchos instrumentos de entrada, que fueron comprados para la obra de teatro”, cuenta Hernán. “En esa oportunidad, pudimos comprar cinco zurdos, cuatro repiques y un redoblante. Veíamos murgas desde afuera y de a poco fuimos aprendiendo. Jazmín empezó bailando y sigue bailando y Marlene empezó tocando el zurdo y ahora baila”, recuerda Hernán. Además de realizar actividades para el Carnaval, en el barrio piensan encuentros con otras murgas y actividades recreativas durante todo el año.

La murga logró que el barrio tenga un lugar donde encontrarse, donde estar juntos. Las chicas hacen sus pasos, bailan, enseñan el ritmo a los más pequeños, suenan los tambores y se mezclan la alegría, la esperanza y los sueños. Organizan corsos barriales, reciben murgas invitadas, hacen choripanes a la parrilla, venden espuma y así consiguen juntar fondos para subirse al raid murguero cuando son invitados a otros barrios.

¿Qué les gusta de la murga? “Cuando salimos estamos ansiosos”, dice Marlene.


“Queremos salir, es re divertido, a mí me gusta mucho, me da alegría”. “El día anterior empezamos con los mensajes: ‘¡Ojala que no llueva!’ Es un día y vuelta. Le damos muchas horas a la murga pero la murga nos devuelve más alegrías. Todos le metimos mucho el cuerpo, y aprendimos de las responsabilidades”, resume Hernán.

Las tres plumas del atrapasueños son para ellos sus tres pilares. Simbolizan la honestidad, la solidaridad y la libertad. “A eso le sumamos uno más: el nosotros”, dice Hernán. “Sin nosotros es imposible. Si estoy solo no hay murga. Todos somos importantes, cada uno desde su rol. Si yo no se bailar, aprendo con ellos. Sin nosotros ésto no existe. Y queremos continuar. Los soñadores queremos llegar a tener ocho bombos”, da cuenta Hernán.

Expresarse, moverse, bailar y cantar. El cuerpo a flor de piel. Conectarse con los compañeros y soltarse. Los sueños como motor para seguir haciendo cosas. Esa es la apuesta. El atrapasueños no sólo quedó en el estandarte, está también sellado en sus corazones.

Carnaval del encuentro 2015. Del 13 al 17 de febrero en Av. La Plata y Rodolfo López, Quilmes Oeste. El desfile de Los soñadores de Quilmes tendrá lugar el 14 de febrero, a partir de las 19 hs.


Implementación  de la Ley 13.298: Promoción y protección integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes

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